Se convierte así en el primer país de América Latina y el segundo de todo el mundo (después de Corea del Sur) en adoptar los Sandboxes regulatorios (bancos de pruebas regulatorios).
Un Sandbox es un entorno de pruebas cerrado diseñado para experimentar de forma segura con proyectos de desarrollo web o de software. La CRC quiere fomentar con ello la innovación y aumentar la velocidad de adaptación del marco regulatorio a los avances tecnológicos.
En los últimos años el gobierno Colombiano y concretamente el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MINCIT) han implementado regulaciones como el “análisis de impacto normativo” o la “psicología del consumidor”, que han situado al país como referente en materia de regulación TIC y postal en Latinoamérica.
Carlos Lugo Silva, Director ejecutivo de la CRC, explica los motivos de la implementación de Sandbox en Colombia: “Con la implementación de este mecanismo, la CRC busca promover la innovación en el sector TIC y postal y beneficiar a los usuarios con una mayor oferta de productos y servicios de calidad, trabajando en el desarrollo de normatividad que responda a la rapidez de la disrupción tecnológica”.
Innovación: Factor fundamental para activar el motor económico digital en Colombia
A partir de 2021, se prevé el lanzamiento de la convocatoria, en la cual la CRC iniciará el acompañamiento a las empresas, proveedores de servicios de comunicaciones, proveedores de contenidos y aplicaciones, operadores de servicios postales, operadores comunitarios y emprendedores interesados en innovar en productos y servicios TIC y postal.
Sandbox Colombia funcionara de la siguiente forma, se otorgará a un proyecto o una empresa que cumpla los cuatro criterios establecidos por la CRC, la exención o flexibilización regulatoria para probar un nuevo modelo de negocio, durante un periodo de tiempo determinado de hasta 12 meses, con posibilidad de prorrogarlo una única vez por 12 meses más.
Los cuatro criterios que seguirá la CRC a la hora de aprobar los proyectos, son los siguientes:
- Que sean proyectos innovadores respecto de la oferta disponible en el mercado.
- Que los proyectos aporten beneficios para la ciudadanía.
- Que los proyectos tengan la necesidad de una flexibilización o exención regulatoria.
- Que las empresas, proveedores u operadores tengan la capacidad suficiente para implementar de manera exitosa el proyecto.
En definitiva, a raíz de los resultados obtenidos en los proyectos, la CRC podrá adoptar modificaciones regulatorias para adaptarse a los avances tecnológicos. Un hito histórico en materia de regulación.