No permitas que la morosidad frene el crecimiento de tu empresa

morosidad

Las consecuencias económicas de la pandemia han afectado al flujo de caja de la mayor parte de las empresas. El descenso de los ingresos, las obligaciones de pago y el incremento del tiempo medio de pago de facturas ha provocado un aumento generalizado de la morosidad. Una situación que afecta no solo a la capacidad de crecimiento e inversión de las empresas, sino también a su viabilidad a medio plazo. Encontrar mecanismos que contribuyan a reducir la morosidad sin poner en riesgo la relación con los clientes será clave para garantizar la supervivencia de las empresas y su competitividad.

Desde el inicio de la crisis de la COVID-19, la mayor parte de las compañías han visto como se alargaban los plazos de pago tanto del sector público como del privado. Frente a la legislación española y europea que fomenta el plazo de pago de facturas antes de los 60 días, el periodo medio de pago en la actualidad se sitúa en los 81 días.  Tal es así, que casi 7 de cada 10 facturas emitidas en el primer semestre de 2021 están impagadas.

7 de cada 10 facturas emitidas en el primer semestre de 2021 están impagadas.

Una demora que obliga a las empresas a endeudarse para hacer frente a sus obligaciones de pagos y que se refleja en el coste de oportunidad de la morosidad empresarial creció en el primer trimestre de 2021, como consecuencia del incremento del retraso medio de pago, hasta alcanzar los 1.472 millones de euros lo que representa un aumento del 3,5% interanual. Pero las previsiones no son nada optimistas. El Observatorio de Morosidad de Cepyme predice “un repunte importe en los próximos meses de la morosidad empresarial”.

El coste de endeudamiento de las empresas para hacer frente a sus obligaciones de pago asciende a 1.472 millones, lo que supone un aumento del 3,5% interanual.

Ante esta situación, los responsables de cobros deben implementar soluciones que les permitan disminuir el plazo medio de cobro de facturas, sin incrementar de forma significativa la partida destinada a tal fin y sin poner en riesgo la relación con los clientes.

Así la implementación de voicebot permite programar llamadas automatizadas para solicitar el pago de las facturas pendientes. El cliente podrá abonar su factura en la propia llamada sin esperas, ni transferencia de llamadas y garantizando la seguridad de la transacción en todo momento. Del mismo modo, el software automatizado de cobro da al cliente la posibilidad de elegir su canal de pago predilecto: SMS, link de pago o, si lo prefiere, agendar una nueva llamada cuando disponga de los datos de su tarjeta de crédito. Se solventa, por tanto, el problema de la complejidad del pago ya que, no podemos olvidar, que la dificultad del pago es la tercera causa de demora en los pagos, tal y como refleja el Estudio sobre el riesgo de crédito y los plazos de pago en España.

La complejidad del pago es la tercera causa de demora en los pagos.

Además, el chatbot de cobro mantiene una conversación fluida en natural en el canal predilecto del usuario que no repercute en la relación entre el cliente y la marca ya que el voicebot puede adecuar el tono al perfil de cada consumidor.

Periódicamente el responsable de cobro revisará el estado de los cobros y los pagos desde una interfaz sencilla e intuitiva. A simple vista conocerá las facturas pendientes, los canales de pago más utilizados por el usuario y toda la información necesaria para revisar su estrategia de cobro y recobro de facturas. En definitiva, conocer la liquidez para hacer frente a sus obligaciones y seguir siendo competitivo.

¿Quieres mejorar la tasa de recobro de facturas pendientes?

Un especialista de Alisys se pondrá en contacto contigo para revisar tu estrategia y ver cómo la tecnología puede contribuir a reducir la tasa de morosidad. Solo tiene que solicitar una sesión aquí.